La ruta del conocimiento
Hay libros con un título tan sugerente que es difícil resistirse a ellos. Uno de los últimos que he leído ha sido La ruta del conocimiento: La historia de cómo se perdieron y redescubrieron las ideas del mundo clásico, de Violet Moller.
Moller explora tres áreas del conocimiento –matemáticas, astronomía y medicina– con una limitación interesante: seguir los manuscritos de Euclides, Ptolomeo y Galeno a lo largo de mil años. Sus textos nos llevarán a explorar siete ciudades que fueron centros del conocimiento durante distintas épocas de la historia: Alejandría en el siglo VI con su gran biblioteca, Bagdad en el siglo IX durante la edad de oro del islam, la Córdoba musulmana, el Toledo católico y su Escuela de Traductores, Salerno y su facultad de medicina medieval, Palermo con su vibrante mezcla de culturas y, finalmente, Venecia, donde las imprentas permitieron que el saber se difundiera ampliamente, dando comienzo al Renacimiento.
Resulta fascinante leer cómo el conocimiento se ha ido transmitiendo entre distintas civilizaciones a lo largo de tanto tiempo. Basta con considerar que el simple acceso a los textos era muy limitado y que, además, se tenían que estudiar y traducir desde otras lenguas. Algunas personas incluso viajaban miles de kilómetros para poder encontrar un ejemplar, y –dado que los libros se deterioran– había que copiarlos si se querían preservar. Todo ello unido a períodos convulsos de la historia donde la violencia y la guerra podían ser habituales.
Tener acceso a obras tan lejanas nos debería resultar realmente increíble, sobre todo teniendo en cuenta que ahora podemos acceder a ellas de forma casi instantánea.
October 31, 2019 | @ArturoHerrero